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QUÉ REGALAR A UNA PERSONA CON ALZHEIMER
A todos nos gusta festejar eventos con nuestros seres queridos, nuestro cumpleaños, las navidades, o incluso haber encontrado el trabajo de nuestros sueños. Queremos que sea algo especial, tanto para nosotros como para los invitados. Llega el momento de los preparativos, ¿qué hacemos? ¿qué comida ponemos?.
También nos gusta regalar y recibir regalos, y lo que es más importante, ¡ACERTAR!. Sin embargo siempre nos surgen dudas, ¿le gustará? ¿acertaré?. Aunque sea la persona que más conoces del mundo, cuando llega el momento la mente decide quedarse en blanco y no sabes qué regalar.
Todo esto se complica cuando diagnostican alzheimer a un miembro de la familia. Esta situación lleva a dudas e inquietudes. Y hay que decir que ante todo, lo más importante, es hacer un esfuerzo y mantener la esencia de estas fiestas. El optimismo y la felicidad no pueden desaparecer, aunque sea complicado.
Aunque notemos que ya no es consciente de la celebración, hay que hacerle igualmente partícipe de ella. ¿Acaso cuando estamos mal no nos gusta que la gente de alrededor nos transmita su alegría y emoción? Hay que mantener todos los detalles del momento. Si se celebra el año nuevo, brindar y abrazar a la persona con toda la emoción de la situación, y si es su cumpleaños, envolver con el mismo cuidado que siempre su regalo.
Teniendo en cuenta esto, ¿QUÉ LE REGALO?.
No hace falta buscar regalos especializados para personas con alzheimer. Se le puede regalar cosas básicas que utilizamos todos, como puede ser la ropa. Eso si, teniendo en cuenta las dificultades a las que se puede enfrentar a la hora de su uso. Si es calzado se le puede ayudar a mantener la autonomía con un cierre fácil. En el caso de un bolso, que sea sencillo de llevar, poco pesado y con facilidades para encontrar las cosas.
Aunque puedes decidir no comerte mucho la cabeza y optar por lo básico, es recomendable algo más personal. Recordemos que son personas que según avanza la enfermedad van perdiendo memoria. Llegan a olvidar vivencias o a las personas de su alrededor. Por ello crear un vínculo emocional con el regalo, personalizándolo con vivencias, gustos y/o aficiones puede evocar sus propios recuerdos.
Una buena opción podría ser que el regalo cuente con fotografías, música o una referencia a sus gustos o hobbies. Está demostrado que la música es, sorprendentemente, de las pocas cosas que pueden llegar a guardar en su memoria. Por lo que un disco de su cantante o grupo favorito o un recopilatorio de la música “de sus tiempos” puede llegarle a estimular.
Por otro lado, estas personas requieren de estimulación cognitiva, por lo que todo regalo que lo favorezca será acertado. ¡Eso sí! Intentar recuperar las capacidades perdidas irrecuperable puede provocarnos frustración, por lo que es MUY IMPORTANTE tener en cuenta en qué fase de la enfermedad se encuentra, ya que variarán las necesidades del enfermo.
Regalos en función de la fase en la que se encuentra:
Fase leve: Esta es la fase en la que casi todo vale. El paciente todavía es consciente de su alrededor, sin embargo comienza a olvidar cosas básicas y a sentir desorientación. Por ello todo lo que se nos ocurra que le haga recordar o continuar con sus aficiones es más que bienvenido. Se le puede regalar un libro en el que la trama no sea muy complicada, música o películas que le gusten o le gustasen en su juventud para evocar esos recuerdos o incluso un plan en el que se haga una actividad o experiencia que le guste.
Así pues, también se puede mirar por el lado práctico y es buen momento para regalar objetos con localizador GPS (hay que tener en cuenta que comienzan a olvidar cosas básicas de su día a día y ¡no queremos un disgusto!) o relojes y teléfonos con teclas grandes en los que se distinga con claridad el día y la hora.
Los juegos de mesa son una muy buena idea si queremos estimular las capacidades cognitivas, siempre y cuando se puedan adaptar a ellos. Esto además de favorecerles, creará muy buenos momentos en familia y favorecerá las relaciones.
Fase moderada: En esta fase el enfermo ya empieza a tener más dificultades. Todas las partes de la memoria comienzan a fallar progresivamente. Empiezan a sufrir problemas con el lenguaje (le cuesta hablar y darse a entender), funciones aprendidas (básicas como vestirse o utilizar cubiertos) y con el reconocimiento (olvida quienes son las personas de su alrededor). En esta fase SÍ se necesitan regalos más ADAPTADOS a sus capacidades.
Si queremos regalar juegos de mesa, una buena idea podría ser el parchís o el dominó. Estos harán que se ejerciten ciertas habilidades, aunque otra vez, es importante tener en cuenta adaptar las reglas y no forzar las capacidades.
En caso de tener mascota, se le puede hacer un regalo que favorezca el vínculo afectivo y las actividades que realiza con ésta.
Fase avanzada: En esta etapa los regalos tienen que ser mucho más adaptados ya que la persona pierde la mayor parte de sus capacidades. Nos tenemos que enfocar en la estimulación sensorial y buscar medios que la tranquilicen. La música o los perfumes son muy buena opción ya que logran trasladar a ese estado de reposo que aporta paz y tranquilidad.
Sin embargo, se regale lo que se regale, no hay mayor obsequio que la compañía, el cariño y el apoyo a nuestros seres queridos en estos momentos tan difíciles especiales
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