VALORACIÓN DE LA DISCAPACIDAD
TEST DE VALORACIÓN DE LA DISCAPACIDAD
El reconocimiento del grado de minusvalía nos proporciona un documento administrativo que reconoce a su titular la condición de minusválido o discapacitado en el grado que determinen los porcentajes de valoración aplicados. Este grado se determina mediante la valoración, tanto de la discapacidad física, psíquica o sensorial, como de los factores sociales complementarios que les afecten. Para la valoración de la discapacidad, es necesario pasar por un test médico que será el que determine el grado de discapacidad que la persona ostenta.
Discapacidad motora.
La valoración del aparato locomotor está dividida en tres apartados diferentes, cada uno de ellos con un criterio de valoración propio: miembro superior, miembro inferior y columna.
A la hora de valorar el miembro superior se tiene en cuenta criterios de:
Limitación del movimiento.
Amputación.
Alteración del sistema nervioso periférico.
Trastornos vasculares.
Se valoran las movilidades articulares de las diversas regiones según las tablas específicas, que contemplan tanto la disminución de movilidad como la anquilosis. Las amputaciones se valoran según el nivel. Si existen deficiencias en varias regiones del miembro superior (mano, muñeca, codo, hombro) se combinan una vez que hayan sido todas traducidas a deficiencia del miembro superior. Después habrá que utilizar una tabla de conversión para traducir la deficiencia del miembro superior a porcentaje de discapacidad.
La combinación de las distintas deficiencias existentes en diferentes regiones del miembro superior nunca podrá sobrepasar el grado de discapacidad que corresponde por la pérdida total del miembro: 49 %. Las siguientes tablas muestran las valoraciones en porcentaje:
En la valoración del miembro inferior, el abanico de criterios para la valoración se abre, siendo el evaluador el que determina cuál de ellos refleja mejor la discapacidad que presenta la persona. La valoración puede ser realizada por:
Dismetría.
Alteración de la marcha.
Prueba muscular manual.
Atrofia muscular.
Lesión del sistema nervioso periférico.
Limitación de movimiento.
Hallazgos radiológicos de artrosis.
Amputación.
Deficiencias basadas en el diagnóstico.
Pérdida de piel.
Trastornos vasculares.
La combinación de las diferentes deficiencias existentes en diferentes regiones de la extremidad inferior nunca podrá sobrepasar el grado de discapacidad que corresponde por la pérdida total del miembro: 40 %. La siguiente tabla muestra la valoración en porcentaje:
Para la valoración de la columna vertebral existen dos métodos diferentes:
Modelo de la lesión, también llamado modelo de las estimaciones basadas en el diagnóstico (EBD).
Modelo de la amplitud de movimiento.
En el primer caso, los grados EBD I y II implican una afectación leve de la columna vertebral y se consideran déficits menores. Los grados EBD III a VIII están relacionados con hallazgos específicos y demostrables más graves que incluyen:
Pérdida de integridad de un segmento de movimiento.
Fracturas de los cuerpos vertebrales.
Radiculopatía potencialmente inestable.
Disfunción neurológica a varios niveles y déficits neurológicos graves.
En el segundo caso, se combina porcentaje de deficiencia por trastornos específicos de la columna, limitación de movimiento o anquilosis y deficiencia neurológica. Una deficiencia basada en la pérdida de movilidad sólo será válida si existen datos médicos de lesión o enfermedad documentada. En los trastornos específicos de columna sólo se tendrá en cuenta para la valoración el más importante:
Lesión del disco intervertebral.
Espondilólisis y espondilolistesis no operadas.
Estenosis vertebral, inestabilidad segmentaria, espondilolistesis, fractura o luxación operada.
En la siguiente tabla, se observan las valoraciones en porcentaje de estos trastornos de la columna:
Discapacidad visual.
Sólo serán objeto de valoración los déficits que no sean susceptibles de tratamiento y recuperación o aquellos en los que ya se hayan realizado todos los mecanismos de tratamiento existentes. Las variables a tener en cuenta son las que se derivan de la disminución de la función visual, que viene determinada, fundamentalmente, por la agudeza visual y el campo visual.
La agudeza visual es el máximo u óptimo poder visual del ojo, que puede poseerla espontáneamente o con corrección óptica. La agudeza visual deriva de la función macular y la mácula es la zona central de la retina, en la que radica la posibilidad de la discriminación visual fina perfecta; desde este centro de la retina hasta su periferia la sensibilidad retiniana va disminuyendo. La visión cercana siempre es buena si existe una buena agudeza visual de lejos. Sus defectos, si los hubiese, dependerían de una falta de enfoque en la retina y éste se puede lograr con tratamiento o corrección óptica.
El campo visual es el espacio en el que están situados todos los objetos que pueden ser percibidos por el ojo estando éste fijo en un punto delante de él, es decir, sin moverse y en posición primaria de mirada. Sus límites máximos son de alrededor de 60º en el sector superior, 60º en el sector nasal, 70º en el sector inferior y 90º en el sector temporal.
Otro factor que influye en la eficiencia de la visión es la motilidad ocular. En visión binocular, sólo es compatible con las actividades normales de la persona la existencia de un perfecto equilibrio oculomotor, es decir, existencia de paralelismo de los ejes visuales al mirar a un determinado punto. Si este paralelismo no está presente en ojos con buena agudeza visual, da lugar a la diplopía, que puede dificultar las actividades habituales.
En la siguiente tabla podemos comparar el nivel de agudeza visual con el porcentaje de deficiencia que le corresponde:
El porcentaje de discapacidad se obtiene a partir del porcentaje de la deficiencia visual, así:
Discapacidad auditiva.
Únicamente serán objeto de valoración los trastornos permanentes de la audición.
Primero se estima la pérdida de audición en cada oído, teniendo en cuenta la valoración de cada persona en base a la siguiente tabla:
Después, se calcula la pérdida de audición en base a la siguiente fórmula:
Una vez se tiene el porcentaje de la pérdida auditiva total, se comprobará con la siguiente tabla el porcentaje de discapacidad auditiva:
También se deben evaluar los siguientes factores, son los que tienen que ver con el entorno social, económico, laboral y cultural:
Puntuación máxima 5 puntos entre A B C D
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