QUÉ ES LA ESCLEROSIS MÚLTIPLE
La Esclerosis múltiple (EM) es una de las enfermedades más comunes del sistema nervioso central (cerebro y médula espinal). Aproximadamente en España existen alrededor de 47.000 afectados de Esclerosis Múltiple, en Europa 600.000 y en el mundo más de 2.000.000.
Esta enfermedad se puede diagnosticar a través de biopsia o autopsia con gran facilidad, sin embargo, también existen pruebas no invasivas que hacen un diagnóstico cierto.
¿Qué es la Esclerosis Múltiple?
La EM es una enfermedad autoinmune inflamatoria. Es una afección que provoca daños en el recubrimiento protector que rodea las fibras nerviosas del cerebro, los nervios ópticos y la médula espinal (desmielinización). Los síntomas de la enfermedad vienen de la pérdida y mielina, esto altera la capacidad de los nervios para conducir los impulsos eléctricos desde y hacia el cerebro. Dependiendo del grado de lesión, la falta de comunicación entre las neuronas puede ser transitoria o permanente.
Las edades más frecuentes de diagnóstico son entre los 20 y los 40 años, aunque se puede comenzar con anterioridad. Suele ser más habitual en mujeres que en hombres.
La Esclerosis Múltiple no es contagiosa ni mortal. Su causa es desconocida, pero existen factores genéticos que influyen en que sea común entre varios miembros de una familia. También hay influencia de factores ambientales.
Hoy en día no existe cura para la EM, pero si hay fármacos para modificar el curso de la enfermedad reduciendo el número de brotes y disminuyendo la progresión de la discapacidad. También existen tratamientos para suavizar los síntomas que afectan a la calidad de vida del paciente.
Diagnóstico
En caso de sospechas de una Esclerosis Múltiple, se debe acudir al neurólogo. La gran mayoría conocen muy bien la enfermedad debido a que es bastante habitual. Conocen a la perfección sus síntomas, pero, sin embargo, no existen pruebas médicas para confirmarlo.
A pesar de que se realicen pruebas para saber si se padece la enfermedad, estas no nos dicen con total seguridad que nos encontramos ante Esclerosis Múltiple, ya que ciertos resultados o síntomas pueden ser producidas por otras enfermedades. Con el conjunto de todos los datos y una historia clínica compatible nos llevará al diagnóstico, a veces dudoso al principio, pero a lo largo del tiempo y la evolución nos lleva a una respuesta definitiva.
Causas
Se desconoce la causa exacta de la esclerosis múltiple. Surge por la rotura de la mielina, una funda protectora que rodea las fibras nerviosas del sistema nervioso central. Esto afecta negativamente a la comunicación entre el cerebro y otras partes del cuerpo.
En muchas ocasiones se considera la esclerosis múltiple como una enfermedad autoinmune. Estas atacan sin advertencia sus propias células y tejidos
Las dos causas más aceptadas son los factores genéticos y ambientales. Existen personas que tienen más riesgo que otras de desarrollar la enfermedad. También se cree que un factor ambiental puede ser un virus latente en el cuerpo.
Tipos
En ocasiones hay personas que se ven afectadas de manera mínima, y en otros casos en cambio, avanza rápidamente produciendo la incapacidad total. Sin embargo, también existe una situación intermedia en la que se encuentran la mayoría de afectados. Además, existen diferentes tipos de Esclerosis Múltiple en función de los síntomas y evolución de la enfermedad.
Síntomas
Los síntomas de la Esclerosis Múltiple dependen de las áreas del sistema nervioso central que se hayan visto afectadas y su magnitud, es una enfermedad muy variable. Los episodios pueden durar días, semanas o meses e ir seguidos de períodos de reducción o ausencia de los síntomas (remisiones). También pueden presentarse de forma progresiva. La fiebre, los baños calientes, la exposición al sol y el estrés pueden desencadenar o empeorar los brotes.
No hay síntomas específicos que experimenten todas las personas, aunque sí hay comunes. Estos pueden variar en severidad y duración incluso en la misma persona.
Los síntomas más comunes son:
Síntomas musculares, de equilibrio y coordinación:
Pérdida del equilibrio.
Entumecimiento (parestesia) o sensación anormal en cualquier área.
Problemas para mover los brazos y las piernas.
Problemas para caminar.
Problemas con la coordinación y para hacer movimientos pequeños.
Temblor en uno o ambos brazos o piernas.
Debilidad en uno o ambos brazos o piernas.
Síntomas vesicales e intestinales:
Estreñimiento.
Micciones frecuentes y/o urgentes.
Incontinencia urinaria.
Síntomas oculares:
Visión doble.
Visión borrosa.
Neuritis óptica.
Movimientos oculares rápidos e incontrolables.
Pérdida de visión (infrecuente).
Entumecimiento, hormigueo o dolor:
Dolor muscular y dolor facial.
Espasmos musculares dolorosos.
Sensación de picazón, hormigueo o ardor en brazos y piernas.
Otros síntomas cerebrales y neurológicos:
Disminución del período de atención, de la capacidad de discernir y pérdida de memoria.
Dificultad para razonar y resolver problemas.
Depresión o sentimientos de tristeza.
Vértigos y mareos.
Síntomas sexuales:
Problemas de erección.
Problemas con la lubricación vaginal.
Síntomas del habla y de la deglución:
Lenguaje mal articulado o difícil de entender.
Habla lenta.
Problemas para masticar y deglutir.