REMEDIOS NATURALES PARA TRATAR LAS ESCARAS O ÚLCERAS DE PRESIÓN
Este artículo pretende ser un manual de recomendaciones sencillas para evitar y tratar las escaras o úlceras de presión.
En primer lugar recomendamos, que ante la sospecha de aparición de escaras o úlceras de presión, se consulte al facultativo. La atención especializada no solo es recomendable sino que es imprescindible. Y cuando hablamos de personal especializado nos referimos a personas con cualificación demostrada. En ParaPupas siempre vamos a recomendar que se acuda a personal médico.
Dicho esto, entramos en harina.
Las úlceras de presión, también conocidas como llagas por presión o escaras, son lesiones (con herida abierta, rojez o hinchazón) producidas por la presión prolongada en cualquier parte del cuerpo. Generalmente afectan a zonas próximas a hueso.
Se localizan, por tanto, por la presión continuada entre la superficie donde está apoyado el paciente (cama, silla, etc.) y los diferentes huesos que “sobresalen” en esa zona del cuerpo donde se produce finalmente la escara.
Este sería un esquema de las localizaciones típicas donde aparecen:
Son muy comunes en las personas con discapacidad, parálisis, postrados en cama o usuarios de silla de ruedas (cerca del 70% de estas personas sufrirán algún tipo de escara). Y son tan comunes porque estas personas no pueden cambiar con frecuencia su posición y la presión continua de estas partes específicas del cuerpo genera esta terrible dolencia.
Hay diferentes estadíos o grados de escaras, en función de su gravedad. Siendo el grado 1 el más leve (la fase inicial) y el 4 el más grave (con necrosis de tejidos, etc.). Aquí vemos unas imágenes gráficas.
Si son detectadas a tiempo, las escaras se pueden tratar de forma efectiva, aunque pueden convertirse en un problema que ponga en riesgo la vida ya que corta la circulación de esa zona presionada y puede ser motivo de infecciones graves (incluso la muerte por sépsis).
Los siguientes remedios caseros para las escaras, úlceras de presión o de decúbito, pueden ayudar a tratar los primeros síntomas:
Cambiar la posición:
Cuando se mueve al paciente, la presión en la piel se libera y la circulación se reactiva.
Un paciente en una silla de ruedas debe ser reposicionado cada 15 minutos, mientras que los pacientes postrados en cama deben reposicionarse por lo menos cada dos horas.
Podemos utilizar piezas de espuma u otros materiales para liberar esas presiones, por ejemplo coderas o taloneras. Aquí pueden ver nuestras recomendaciones:
El entorno en que se encuentra el paciente es tremendamente importante. El ambiente debe ser saludable. Ventilar la habitación, mantener una temperatura agradable y siempre teniendo en cuenta que se debe controlar que la humedad y la temperatura no favorezcan la aparición de bacterias o insectos que puedan empeorar la situación.
En este sentido recomendamos que el paciente esté protegido de los “ataques externos”, pero siempre que se pueda airear la zona a proteger. Parece una contradicción, pero podemos usar mosquiteras o arcos de cama que eviten que las sábanas estén en contacto con las zonas heridas pero a su vez la protejan.
Los polvos de Talco:
Para disminuir la fricción al mover al paciente con riesgo o en el inicio de las úlceras por presión, podemos usar talco para bebés. Una solución de toda la vida que podemos encontrar fácilmente en cualquier establecimiento y que además, para facilitar su aplicación, podemos encontrar en varios formatos.
Polvos de talco clásicos
Dermoprotector e hipoalergénico
En crema