Actividades de la Vida Diaria

 

La intervención a nivel funcional es uno de los pilares en el tratamiento no farmacológico de las enfermedades discapacitantes, ya que está ligado al grado de dependencia y la necesidad de apoyo de otras personas o equipos adaptados. Estos últimos aspectos influyen de manera directa en la calidad de vida de la persona y la familia.

 

Recordemos que la discapacidad o minusvalía es la incapacidad de realizar total o alguna actividad de la vida diaria sin el apoyo imprescindible de instrumental de apoyo. Ver: https://parapupas.com/grados-de-minusvalia/

Mientras que la dependencia es el grado de discapacidad en que ya se requiere de otra/s persona/s para el desarrollo de todas o alguna actividad de la vida. diaria.

 

Por lo tanto es importante conocer exactamente a qué nos referimos al hablar de Actividades de la Vida Diaria.

Las Actividades de la Vida Diaria (AVD), son todas aquellas tareas que el ser humano realiza de una forma cotidiana, y cuya no realización genera en mayor o menor medida un grado dependencia. Esta necesidad conlleva un gran impacto para la persona, a nivel socio-familiar y económico, debido a que la persona debe recibir asistencia de calidad ya sea en el hogar o en la institución.

Las actividades que realizamos todos los seres humanos se separan en tres grandes grupos:

  • AVD Básicas (AVDB): Son las referentes al autocuidado y movilidad. Como baño, higiene y aseo personal, continencia, vestido, alimentación, movilidad funcional (transferencias, transporte de objetos, deambulación) y uso de productos de apoyo.

La mayoría de los expertos clasifican las actividades de la vida diaria en seis grupos

Baño: incluye las actividades de aseo personal como el afeitado, y cepillarse los dientes y el pelo.

Vestido: la elección de prendas adecuadas y ser capaz de vestirse y desvestirse, no tener problemas con los botones, cremalleras u otros (sujetadores, por ejemplo)

Comida: ser capaz de alimentarse por sí mismo.

Transferencia: ser capaz de caminar, o, si no forma ambulatoria, siendo capaz de transferirse a sí mismo de la cama a la silla de ruedas.

Continencia: ser capaz de controlar las deposiciones y las micciones.

Ir al baño: ser capaz de usar el baño.

  • AVD Instrumentales (AVDI): Son las que realizamos para interaccionar con nuestro entorno más inmediato. Son a menudo más complejas como las relacionadas con el cuidado de otros, movilidad en la comunidad (uso de transporte público), manejo de dinero, cuidado de la salud y manutención (toma de medicación), limpieza y cuidado del hogar, preparación de comida, ir de compras, entre otras.

 

Las actividades instrumentales de la vida diaria son las siguientes:

Uso del teléfono: ser capaz de marcar números, buscar números, etc.

Administración de medicamentos: tomar los medicamentos adecuados y las dosis correctas a las horas indicadas.

Preparación de las comidas: la toma de decisiones adecuadas a la hora de cocinar alimentos y preparación de las comidas de forma segura

El mantenimiento de la casa: hacer o disponer de servicio de limpieza y lavandería

Gestión de las finanzas: el presupuesto, el pago de la hipoteca / alquiler y las cuentas, etc.

Compras: ser capaz de comprar alimentos y otras cosas pequeñas

Uso del transporte: ser capaz de conducir o utilizar el transporte público para las citas, compras, etc.

  • AVD Avanzadas o Volitivas (AVDA): relacionadas con el trabajo y el tiempo libre, actividades pricosociales y estilo de vida.

Se debe analizar cada actividad valorando los distintos aspectos de la misma y en qué grado pueden ser modificados, teniendo en cuenta la modificación o adaptación del entorno, a la que tan sensibles son las personas con esta enfermedad.

Por tanto la labor del cuidador o familiar debe ir encaminada a disminuir la evolución en el deterioro de las AVD y mejorar la calidad de vida del enfermo y de su familia. E ir adaptando el entorno a las circunstancias que se van dando en cada fase de la enfermedad.

 

La ansiedad, la irritabilidad, la ira, la agresividad y la apatía y el retraimiento, a menudo aparecen como síntomas de la enfermedad de Alzheimer.Estos comportamientos son el resultado del reconocimiento de que sus capacidades básicas se están deteriorando, y junto con las habilidades, la propia independencia.

Para un enfermo de Alzheimer es muy frustrante darse cuenta de que están perdiendo su independencia. Y son plenamente conscientes de ello casi hasta el final. Por lo que debemos tener paciencia y tratar con especial cariño, mimo y comprensión a nuestros familiares o pacientes. La empatía debe ser la tónica habitual en el trato con un enfermo de Alzheimer. Ya que la enfermedad tiene un aspecto especialmente emocional en las primeras fases.

Desafortunadamente, la naturaleza de la enfermedad no puede invertirse. Podemos, sin embargo, proporcionar tratamientos que retrasen el avance y los efectos cognitivos de la demencia. También puede ayudar a hacer que las actividades diarias sean más fáciles, o al menos más llevaderas. Mejoraremos la calidad de una persona prolongando su independencia, y haciendo sentir que ella está siendo productiva.

Fuentes:

Crealzheimer

Centro Virtual sobre el Envejecimiento

 

  1. QUÉ ES EL ALZHEIMER

  2. ETAPAS y SÍNTOMAS DEL ALZHEIMER

  3. NECESIDADES Y ADAPTACIÓN DEL ENTORNO

  4. APOYOS PARA LA FAMILIA Y EL CUIDADOR

  5. I+D ALZHEIMER

  6. ALZHEIMER: CUESTIONES LEGALES

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