Es una realidad el envejecimiento de la población. Cada vez más personas requieren de ayuda externa para realizar las actividades del día a día como comer, la higiene personal o la toma de medicamentos, u otras más elaboradas como gestiones complejas.
Cada vez más familias optan por tener asistencia a domicilio en vez de llevar a sus seres queridos a residencias para así no sacarles de su hogar, ya que esto podría desequilibrarles emocionalmente.
Los abuelos se hacen mayores, y con ello comienzan a volverse mas dependientes. Empiezan a no poder realizar con facilidad sus tareas cotidianas o incluso pueden llegar a necesitar cuidados especiales debido a alguna discapacidad o enfermedad.
La asistencia domiciliaria surge para ofrecer una buena calidad de vida a nuestros mayores. Este tipo de asistencia se adapta a las necesidades de quien las recibe. Ayuda a mantener su bienestar físico y emocional y a la vez de crea vínculos con la persona atendida.
Otro de los grandes problemas que se suelen observar y afectan en gran medida al adulto mayor es la soledad. Este es un hecho y un grave problema social. El bienestar social también es imprescindible en nuestra vida, sobre todo cuando nos hacemos mayores. Es importante lograr paliar en la mayor medida posible ese problema y evitar que se sientan aislados, solos y vulnerables. Para ello también ayuda la asistencia domiciliaria.
Hay que tener en cuenta que existen diferentes tipos de ayudas domiciliarias.
Es importante escoger la ayuda adecuada para el bienestar tanto de la persona como de la familia. En primer lugar se analiza la situación personal y se decide qué es lo adecuado para la familia. Una vez que se ha decidido la necesidad, hay que elegir el tipo de asistencia domiciliaria que se necesita, para que la persona contratada sea la adecuada para proporcionar la ayuda que se requiere.
Para determinarlo de una manera más fácil es importante que se tengan en cuenta las siguientes cuestiones:
Horario de necesidad del apoyo.
¿Necesitas ayuda en horarios concretos? ¿Solo unas horas o durante todo el día? La asistencia se puede necesitar en horarios concretos dependiendo de las tareas a realizar. Por ejemplo, en el caso de las comidas o cenas, o de la higiene diaria antes de acudir a alguna actividad o centro de día.
¿Qué tareas necesitas de la persona a la que deseas contratar?
Se debe tener una idea clara de las necesidades para poder encontrar la persona adecuada para proporcionar ayuda.
¿Es necesario que la persona cuidadora tenga requisitos determinados como conocimientos de enfermería o experiencia en cuidados para discapacitados?
¿Necesitas una asistenta para tareas domésticas por horas o por jornada completa? ¿De qué tareas deberá ocuparse?
¿Necesitas la asistencia para acompañamiento de ancianos o personas discapacitadas? Es importante que se especifique si la persona necesita un estímulo específico o necesitará ayuda con ejercicios de rehabilitación o mantenimiento.