LA DESPOBLACIÓN RURAL

La población española aumenta constantemente. Desde 1975 el número de habitantes ha pasado de 34,2 a 46,9

millones. Sin embargo, este crecimiento no se puede apreciar en todas las zonas. Cada vez se da más importancia a las ciudades dejando de lado a los pueblos. Esto obliga a las familias a tener que emigrar y abandonar el lugar donde nacieron y crecieron.

Esto es “la pescadilla que se muerde la cola”. Como las familias abandonan los pueblos, y los servicios públicos, como escuelas, ambulatorios, centro de servicios sociales, fondos de las comunidades para actividades para niños y mayores, etc., dependen del número de vecinos empadronados, en las zonas rurales cada vez menos familias ven factible o interesante seguir residiendo en los pueblo y menos aún planteárselo como futura residencia permanente.

Hay que tener en cuenta que en los pueblos se requiere un número mínimo de habitantes para que puedan poner servicios públicos, sin embargo, si sus habitantes se van y no vienen nuevos, esos servicios irán desapareciendo. Es triste tanto para nuestros mayores como para los jóvenes que se deben ir a la gran ciudad para poder contar con esos servicios básicos.

Es imprescindible dar importancia a esas áreas denominadas “la España vacía” para controlar la despoblación porque quienes se quedan ahí son las personas mayores que han pasado toda su vida en ese entorno y no se pueden permitir ni quieren moverse a una gran ciudad. Eso no es para ellos. Ellos disfrutan de la paz que aporta lo rural, de conocer a todos sus vecinos y de ese vermut que llevan tomándose todos los domingos desde hace años en la plaza del pueblo mientras echan la partida.

El problema es que se nos hacen mayores, y necesitan más cuidados que cuando eran unos “mozos”. Necesitan de un centro médico al que acudir cuando enfermen, una cuidadora que les acompañe cuando requieran de asistencia o las visitas de sus familias (aunque cada vez sean más escasas).

Hay que tratar, por ello, de adecuar su entorno para que puedan seguir viviendo en sus hogares el máximo tiempo posible.

Se pueden encontrar diversos artículos con los que mantener controlada la salud de nuestros mayores, comotelefonía o controles anticaída para asegurarnos su bienestar, maneras de adaptar su baño para evitar riesgos o mobiliariopara hacerle la vida más sencilla. También se les puede ofrecer menús a domicilio para aquellas personas que más lo necesitan, con ingredientes totalmente naturales.

Podemos incluso enviarles a domicilio calzado super cómodo especial para mayores, o para pies con juanetes, por ejemplo (VER AQUÍ).

 

Cientos de ideas que nos pueden ayudar a organizarles la vida en su hogar (VER). Pero lo más importante es tratar de respetar su voluntad. No solo porque es una obligada demostración de respeto, sino porque en beneficio de todas las zonas rurales, hay que tratar de no reducir el padrón innecesariamente.

 

 

Sin embargo, a pesar de que hoy en día haya medios para hacer la vida más fácil a nuestros mayores, no hay nada como el amor que transmite la familia o la tranquilidad que les aporta ante todo a ellos las ayudas personales. Ellos dieron todo por nosotros y ahora se merecen lo mejor.

 

También puede interesarte:

QUÉ SON LAS ESCARAS O ÚLCERAS DE PRESIÓN. VER

GUÍA DEL CUIDADOR. VER

DIFERENCIA ENTRE DISCAPACIDAD Y DEPENDENCIA. VER

QUIÉNES SOMOS. VER

COMITÉ DE EXPERTOS. VER

También te puede interesar:

Nuestros magníficos menús a domicilio para mayores. VER

Menú a Domicilio Para Personas Mayores

Nuestros productos para cuidarte y que te cuiden. VER.

Nuestros teléfonos y otros gadgets para mayores. VER.

Nuestros productos para mimar los pies. VER.

Nuestros sillones relax. VER.